miércoles, 5 de enero de 2011

EE.UU amenazó con sancionar a países que rechazaran cultivos genéticamente modificados.

A decir verdad, hasta el momento, los cables de Wikileaks no habían develado ninguna información o que no fuese un secreto a voces, o que no fuese más que un chisme irrelevante. Esto, independientemente del importante hecho de que el cablegate pone sobre la mesa los al menos cuestionables y polémicos métodos de relacionarse del Gobierno de los EE.UU.

Probablemente sean estos, entonces, los cables más importantes de los que han sido publicados hasta el momento por el sitio administrado por Julian Assange. Quizás junto a los que muestran el pedido de datos biométricos de funcionarios de la ONU y otros Organismos internacionales.

Los cables muestran como, diplomáticos estadounidenses, trabajando directamente para Monsanto, amenazaron con sancionar comerncialmente a naciones que se negaban a zambullirse en el cultivo genéticamente modificado, y cómo iniciaron una campaña mundial para promover este dañino método para cultivar la tierra y producir peligrosos alimentos.

Cables de EE.UU. con París recomiendan iniciar una guerra comercial con aquellas naciones de la UE que se negaran a cultivar de esta manera. Por ejemplo, en prohibición a una variedad de maiz GM de Monsanto, en 2007, el embajador Craig Stapleton recomendó "atacar y causar dolor a lo largo de la UE", para hacer surgir voces a favor de la biotecnología. Otros documentos muestran acciones de inteligencia llevadas a cabo en diferentes países- es el caso de naciones Africanas- con el objetivo de manipular las políticas locales en torno a los cultivos genéticamente modificados.

Al parecer, EE.UU, enfocó gran parte de sus esfuerzos en convencer a obispos católicos de países en vía de desarrollo que se oponían a este tipo de cultivos, bajo la bandera de acabar con el hambre, llegando incluso a presionar al Vaticano para que el Papa- a quien consideraban a favor de este tipo de cultivos- se pronunciase públicamente a favor de estos métodos.

Es importante aclarar que hace bastante tiempo se conoce la larga lista de peligrosos riesgos para la salud de cultivar y consumir este tipo de alimentos. De hecho, no es la primera vez que Monsanto está en el ojo del huracán al tratarse este tema. Otro dato: muchos cultivos han sido patentados por las bioquímicas que producen los fertilizantes y otros productos para el cultivo, obligando a los productores agropecuarios a utilizar los productos fabricados por la empresa, bajo pena de enfrentarlos a la Justicia. Y todos sabemos cómo terminan las cosas cuando uno se enfrenta a grandes corporaciones en el ámbito de la "Justicia".

No sé a ustedes, pero a mí, las teorías conspirativas me parecen cada vez menos absurdas. Mejor prestar atención, y estar alerta.

Fuentes:

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